Desde que decidí ser madre allà por el año 2009 hasta hoy día, en lo que se refiere al mundo laboral, no es que haya tenido mucha suerte la verdad. Por el aquel entonces yo estaba como encargada en una tienda de pinturas fuera de donde vivía, lo que me suponía salir de mi casa por la mañana y no volver hasta las 8 de la noche.
Tenía buena relación con mi jefe,un buen sueldo y estaba bien valorada por mi trabajo, a pesar de pasar tantas horas allí no estaba mal. Cuando la maternidad empezó a llamar a mi puerta y yo le dejé pasar, se complicó todo pues en ese trabajo media jornada no les arreglaba nada. Así que muy a mi pesar dejé ese trabajo para perseguir mi sueño, y descubrí con el pasar de los años, que dejé uno de mis mejores trabajos.
En 2012 me intenté reintroducir al mundo laboral pero no hubo suerte, así que me lancé de lleno a mi papel más importante que era ser mamá. Mi hijo era el motor de mi vida y como papá siempre tuvo algún trabajo, además de la inestimable ayuda económicade los abuelos (benditos abuelos me permito añadir) pude hacer de mamá a tiempo completo, con lo que conlleva también, que es dejar de ser X y ser mamá de...
En 2015 tuve la segunda hija y el pensar de volver a trabajar ya se complicó mucho pues donde vivimos estamos solos y cuando uno no estaba malo, estaba el otro... Siendo la niña muy pequeña me salió una oportunidad labortal que me recordó a mi trabajo antiguo y en el que puse muchas espectativas. Además me fui a vivir a Barcelona y mi suegra fue a mi casa para cuidar de mis pequeños. El resumen de ese capitulo fue mucho dolor por separarme de mi bebé y mi hijo, un gran fiasco por el que lo que tenía que mover no me compensaba para nada. Así que sin apenas hacer un mes de trabajo lo dejé por resultar ser un gran chasco.
Meses más tarde y casi de la nada me salió otra oportunidad y la cual si podía combinar con mis hijos; una madre del colegio necesitaba ayuda para su casa y estaría con contrato. Parecía muy buena oportunidad pero tampoco hubo suerte esa vez, ya se sabe que la confianza da... y no acabamos muy bien la verdad es que te tomen el pelo no gusta y menos por una supuesta conocida.
Así que tras esos capitulos tan desastrosos dejé aparcada la idea de volver a trabajar, hasta hace un par de semanas, donde mandas por mandar y sin niguna esperanza, tu currículum para una oferta de media jornada en una tienda, y te cojen.
La ilusión que tuve cuando me dijeron que empezaba el siguiente miércoles no os la podeis imaginar, estaba eufórica y empezamos a hacer miles de planes con mi futuro sueldo abriendose todo un mundo de posibilidades en mi casa. Deciros que es de los lugares donde me han hecho sentir más mal es poco, a la primera semana ya me habría ido por el tipo de personas que estaban por encima mío; su manera de hacer y ser con la gente no es muy agradable y lo que me empujó a renunciar fue se me llamara la atención de lante de los clientes. Eso fue la gota que me llenó el vaso y aquí estoy esperando en que me paguen pues hasta el último momento se han comportado mal conmigo...
Evidentemente todas estas malas experiencias me han hecho reflexionar mucho y porque no decirlo, quitado las ganas de volver a trabajar o cuanto menos, intentarlo.No se si mi futuro laboral está ya más que finiquitado pero lo que si se es que no me quedan muchas ganas de seguir intentándolo...
Yo en mi casa siendo ama de casa soy feliz, a pesar de las batallas con mis dos hijos, lo soy.Y se que los que más han ganado son ellos pues pueden tener a su madre que los va a buscar, les despide cuando van a la piscina o de excursión, les recoge de taekwondo y está en casa para comer y cenar es media vida para ellos.
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