Y llega un día en el que algo se te ilumina dentro (a parte de no poder recuperar tu antiguo blog jeje) y decides abrir de nuevo un blog donde poder vaciar lo que te ronda por la cabeza y no para de rodar, lo que te hace saltar como una cabritilla feliz y lo que te quema por dentro y necesitas vonitar.
Ayer quise volver a poner por escrito cosas que me pasan por la cabeza, pero las redes sociales son sitios donde está lleno de lobos con piel de cordero que están esperando que la cagues, para poder pegarte un bocadito. O incluso está llena de familia o smei-familia la cual sabes que le puede incomodar esa manera tuya de plasmar la realidad más sincera, pues la sinceridad la mitad de las veces, está muy mal vista.
Recordaba la frase de una película bastante antigua que muchas veces, regresa a mi cabeza sin querer: "sólo quiero que me quieran". Recuerdo que me la hice mía nada más oírla pues eso resumía muy bien un sentimiento que hace tantos años que me acompaña y me ha visto crecer. Y dandole alguna vuelta más, creo que ese sentimiento tan brutal me viene por esa falta de amor que tuve de pequeña, por sentirme tan poco querida por mis padres y por sentirme tan muy sola. Qué triste es sentirse sola cuando se está acompañada, pero más triste aún es que está soledad no sea ni detectada porque los que habían de darme esa seguridad y amor, no hacían más que dañarme y hacer que tiuviera su rol.
No pude ser niña porque no me dejaron, porque la figura de mi madre estaba bajo el miedo de un marido que la maltrataba. Y ese miedo es el que la llevó a volverse como él convirtiendose en una persona a la que he llegado a odiar. Pero este odio no fue siempre así, todo al contrario, en mi tuvo la fuerza y entereza que a ella le faltaron para llevar a una familia adelante. Yo ocupé su lugar muchos años haciéndome crecer de golpe, ejerciendo de madre y cuidadora cuando no era más que una niña, truncando mi niñez y jodiendome para el resto de mi vida (cosa que he descubierto con los años y convirtiéndome yo en madre).
¿Te imaginas vivir un infierno cuando tienes el tuyo propio de hacerte un adolescente? yo era la nña aplicada, la que sabía cuando hablar o actuar, la que tomaba las decisiones que no le tocaban, la que caminaba caminos que no le tocaban, la que vivía una vida que no le tocaba. Me recuerdo a mi misma hablar con compañeras del instituto, sobre todo las más íntimas, y les decía que yo no me veía un futuro, que lo veía de color negro.
Pero tuve un futuro y es mi hoy actual donde por culpa de un padre que me marcó a fuego palabras y hechos y una madre, que escogió la cobardia y la comodidad como maneras de sobrevivir, me toca luchar a diarío contra mi misma y mis fantasmas.
Y para ayudarme a seguir luchando he abierto este blog, para así poder intenar ordenar mi cabeza, corazón y sentimientos para no dañar a nadie más.